Entre los años 1998 y 2003, el arquitecto japonés Hiroshi Hara fue invitado a participar en los seminarios de proyecto urbano que organizó la Facultad de Arquitectura de la Universidad de la República, dirigiendo talleres y dictando conferencias sobre sus obras, teorías y conceptos.
Desde el primer seminario, Hara manifestó su voluntad de trabajar en un master plan para Montevideo, a desarrollar en 5 años. Eso hizo que los proyectos de cada año tuvieran elementos en común, y compartieran una única lógica conceptual, la de la «Gramática del Espacio».
En la década de 1970, Hara desarrolló una investigación, con su laboratorio de la Universidad de Tokio, que implicó recorrer villas y aldeas de todo el mundo. De las enseñanzas de esa investigación, las matemáticas discretas, y la lógica modal, nació la teoría de la Discrete City.
En la Discrete City, el principal concepto es Connectability / Separability: la posibilidad década individuo de conectarse o separarse a voluntad. Son organizaciones dispersas, donde las conexiones entre las partes se logran mediante dispositivos, como alternativa al paradigma moderno de la máquina.
Convencido de que en América Latina estaban dadas una serie de condiciones para la materialización de la Discrete City, y habiendo logrado formar en Uruguay un equipo de docentes y estudiantes que año a año participaban en sus talleres, se permitió soñar con la construcción de un prototipo de vivienda experimental, una primera unidad de esa Discrete City.
La Casa Experimental Montevideo se desarrolló entre 2002 y 2003, a partir de planos y cartas que iban y venían por fax y coreo postal entre Montevideo y Tokio, haciendo del mismo proceso de la casa, un ejemplo de Connectability / Separability. La amistad que entabló Hara con Mariano Arana, posibilitó que esta primera casa se construyera en 2003 en la explanada de la Intendencia de Montevideo, con la mano de obra de estudiantes y docentes de esta Facultad, siendo para varios, su primera experiencia en la construcción.
Esta forma de trabajo se replicó en Córdoba (Argentina) y en La Paz (Bolivia) done se construyeron versiones de la Casa Experimental. El proyecto para Porto Alegre (Brasil) se desarrolló, pero no llegó a construirse. El proyecto para Cartagena (Colombia) fue la última propuesta de Casa Experimental, y no llegó a desarrollarse. El equipo de Montevideo participó en todos estos procesos, y Hara lo siguió convocando hasta sus últimos días.
Esta exposición, elaborada a partir del material de archivo resguardado por el equipo de Montevideo, recopila sus proyectos para Montevideo y Latinoamérica, enmarcados en la cronología de su vida y obra, que él mismo elaboró en sus últimos años.
Es un humilde homenaje a la memoria del Sensei, y a su aporte a la enseñanza de la arquitectura en Uruguay.